Un médico andaluz elabora
el EADO un sistema para administrar metadona
Francisco González-Sainz, psiquiatra del
sistema sanitario público de Andalucía y coordinador del equipo de Salud Mental
de Comunitaria Villamartín adscrita a la Unidad de Gestión Clínica del
Hospital de Jerez de la Frontera, en Cádiz, ha diseñado un instrumento
para medir la dosis de Metadona que debe suministrarse a pacientes con
drogodependencia.
La
idea de este método se gestó en el año 2000 ante el debate internacional que
cuestionaba si las dosis de metadona debían ser altas o bajas,
independientemente de la variabilidad de respuestas individuales por parte de
los pacientes. Francisco González-Sainz encontró el punto de partida de estas
discusiones erróneas, y en su búsqueda de lo que denominó dosis adecuadas de
metadona procedió al diseño definitivo del EADO (Escala de Adecuación de
Dosis de Opiáceos), en el año 2003, aunque su validación no llegó hasta
tres años después.
El
EADO, se realizó sobre una muestra de 300 pacientes en programa de tratamiento de metadona,
seleccionados aleatoriamente de
un total de 10 centros de ambulatorios de tratamiento
de conductas adictivas. En él, a través de unas pequeñas entrevistas de 10
ítems y con una duración aproximada de 10-15 minutos, se quiso establecer una
escala que referenciase la dosis adecuada de metadona.
La
metadona es un opioide sintético que se utiliza en la actualidad en los
programas de desintoxicación y como mantenimiento de los
farmacodependientes de opiáceos, tales como la heroína, su efectividad y
eficacia en estos tratamientos han sido probada, pero la dosis que debe
suministrarse a los pacientes siempre ha sido tema de debate, ya que en
él interfieren diversos factores.
Entre
los factores más importantes para fijar definitivamente el tratamiento está la
relación dosis de metadona diaria/respuesta paciente. Tomando este agente, se
ha constatado que los pacientes con dosis más bajas de metadona, tienen más
craving (deseo o ansia por consumir drogas), persistiendo en el consumo de
heroína, mientras que aquellos con dosis altas de metadona obtienen mejores
indicadores, menor consumo de heroína, reducción de la gravedad de los
problemas relacionados con el consumo y menores tasas de retención.
Por
ello, es importante la fijación de una tasa adecuada de metadona que es la que:
-
suprime los síntomas de abstinencia (SAO), o que éstos sean muy leves
-reduce
el craving (deseo o ansia por consumir drogas)
-
reduce el efecto reforzador de la heroína (Bloqueo narcótico o tolerancia
cruzada)
-
hace que el paciente no consuma heroína, o si lo hace, el consumo sea esporádico
-hace
que el paciente no note síntomas continuados de sobremedicación o éstas
sean muy leves
El
EADO evalúa el grado de adecuación de la dosis tomada por el paciente durante
los siete días previos al momento de la evaluación. El EADO está estructurado
como una entrevista constituida por 10 ítems, entre los cuales están:
Ítem
1: Consumo continuado de heroína
Ítem
2: Bloque narcótico o tolerancia cruzada
Ítem
3: SAO objetivo
Ítem
4: SAO subjetivo
Ítem
5: Craving de heroína
Ítem
6: Sobremedicación
Las
preguntas que miden los síntomas siguen la escala Likert, que mide el nivel de
acuerdo o desacuerdo con una declaración, fijado en una puntuación del 1 al 5.
Los resultados del EADO pueden valorarse tanto cualitativamente como
cuantitativamente.
Éste
es un método pionero, puesto que hasta entonces existían “Escalas individuales
para medir alguno de estos parámetros. Existían muchas en el ámbito sanitario,
pero ninguna que midiera globalmente toda esta sintomatología y permitiera
extraer conclusiones sobre la dosis concreta que precisan los pacientes”
explica el psiquiatra Francisco González-Sainz.
Dada
la importancia de este nuevo sistema, otros países como Italia, Portugal
Alemania y los Estados Unidos han querido implantarlo. Italia y Portugal ya ha
financiado la traducción del proyecto para su próxima aplicación, mientras que
EEUU y Alemania continúan con la línea de investigación abierta con el EADO
para valorar su uso en pacientes con tratamiento de buperprofina/naxolona, un
sustancia opioide que comparte el mismo fin que la metadona.
En estas ramas de la ciencia si que hay que invertir dinero y no en otros sectores mas destructivos o innecesarios
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